Como atleta máster, es inevitable pensar en la edad y su efecto en mi rendimiento. Envejecer conlleva responsabilidades, estrés y un conjunto diferente de prioridades. También es imposible no compararse con los atletas más jóvenes, mejores y más capaces, que continúan batiendo récords y nos dejan con la boca abierta.

Esas reacciones iniciales al envejecimiento como atleta son normales y esperadas, pero después de una mayor reflexión, me vienen a la mente ejemplos de longevidad y capacidad. Hay deportistas que todavía ganan y no dejan que la edad les impida rendir al más alto nivel.

Personalmente, estoy más en forma que nunca en mi vida. Puedo levantar más peso, saltar más alto y correr más tiempo que nunca. Entonces, ¿cómo puede ser que a medida que envejezco, me siento mejor que nunca? Todo se reduce a comprender lo que sucede a medida que envejecemos y cómo manejamos nuestro cuerpo y nuestra mentalidad para seguir rindiendo y disfrutando de lo que somos capaces.

«Soy demasiado mayor para esto» ya no es una excusa aceptable para no estar en forma y saludable. Todos los días veo personas en G2, de 40 y 50 años, esforzándose por mejorar su salud, movimiento y rendimiento. La enorme cantidad de información que rodea al deporte nos ha demostrado que incluso personas de  70 y 80 años todavía están activas y pueden participar en él.

La capacidad de moverse libremente sin molestias y dolores crónicos es lo que se correlaciona con una mejor calidad de vida. No cabe duda de que, como sociedad, vivimos más tiempo, principalmente debido a los avances en la medicina y la ciencia. Pero en lo que se refiere a la calidad de esos años, la industria del fitness viene al rescate.

Todos los sistemas de nuestro cuerpo comienzan a descomponerse en un momento u otro debido a la edad. Es inevitable y es algo que debe esperarse y aceptarse a medida que envejecemos. Por lo tanto, el ingrediente principal para vivir unos años de mayor calidad es un cambio de mentalidad. Debemos entender que nuestro cuerpo experimenta diferentes cambios en cada etapa de la vida y, por lo tanto, debemos entrenarlo de manera diferente. Tres áreas que debemos considerar como deportistas de edad avanzada:

– Entrenamiento de fuerza

La capacidad de mover el cuerpo a través del espacio sin ayuda es esencial para una mejor calidad de vida. El entrenamiento de fuerza con pesas puede ralentizar la inevitable disminución de la fuerza a medida que envejecemos y debe incorporarse en el programa de entrenamiento de todas las personas. Como atletas que envejecen, debemos recordar que mantener los números de fuerza es un progreso. Nunca se es demasiado mayor para empezar a mover algo de hierro. El hecho de que nunca antes hayas trabajado con peso y siempre te hayas inscrito en la clase de pilates o spinning, no significa que no puedas comenzar con un entrenador cualificado para empezar a desarrollar músculo.

– Entrenamiento de resistencia

Muchos estudios han demostrado que, a medida que envejecemos, nuestro VO2 máx., una medida de nuestra capacidad aeróbica, comienza a disminuir. Nuestros cuerpos no pueden transportar oxígeno de la sangre al tejido muscular con tanta eficacia. El entrenamiento de resistencia, con esfuerzos submáximos mantenidos durante períodos más largos, puede ayudar a mantener la capacidad del cuerpo para transferir oxígeno donde se necesite. Correr, nadar, montar en bicicleta y remar son excelentes opciones para el entrenamiento de resistencia y pueden ayudar a mantener la eficiencia del sistema cardiovascular. Incluir el entrenamiento de resistencia mantendrá tu corazón más saludable por más tiempo.

– Recuperación

El descanso y la recuperación pueden ser los aspectos más importantes a tener en cuenta. Es normal querer ir tan fuerte y tan pesado como lo hacías en «los buenos tiempos», pero el volumen y el descanso deben ser específicos para la edad y la capacidad. Tu historial de lesiones y estilo de vida también juegan un papel importante en la cantidad de descanso que debes obtener antes de tu próxima sesión de alta intensidad. El sueño y la nutrición adecuada son los ingredientes principales para una recuperación adecuada y deben tomarse tan en serio como el entrenamiento en sí. No te sorprendas si, a medida que envejeces, necesitas un día más de lo esperado para una completa recuperación después de un duro entrenamiento.

Tener estos factores en cuenta hará que puedas disfrutar durante el constante cambio que nos traen los años. Al final todas las personas queremos lo mismo: poder llegar a nuestra vejez sintiéndonos capaces y llenas de vida. Si necesita ayuda con esto, no dudes en mirar nuestras programaciones AQUI

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